La metodología que utilizamos nace del estudio y las experiencias prácticas sobre el terreno de juego. De la indagación sobre los modelos de aprendizaje más adecuados para poder optimizar la enseñanza de los jugadores y las sinergias que se crean entre ellos para mejorar el resultado colectivo de un equipo. Del análisis, evaluación y observación constante de cada práctica realizada.
No es algo estático ni cerrado, es un trabajo dinámico y vivo que cada día se construye a sí mismo. No se trata de proponer un método y trabajarlo sobre distintos grupos de la misma manera, el objetivo principal es optimizar las capacidades de los jugadores mediante un modelo de entrenamiento que les permita interactuar entre ellos para que comprendan mejor el juego y todos los factores que en él intervienen. Crear contextos cercanos a la realidad y condicionantes que estimulen en la mayor medida posible al jugador.
Buscamos la mejora constante del jugador, lo hacemos mediante las tareas y los ejercicios, ya que pensamos que el mejor canal para la mejora es un entrenamiento que provoque la resolución de problemas por parte del jugador. Cada situación de juego tiene una lectura, una interpretación y, por tanto, una ejecución que viene predeterminada por un aprendizaje significativo previo y una toma de decisión. Con el entrenamiento buscamos la experiencia y vivencia del mayor número de situaciones que optimicen al deportista y que le hagan comprender el porqué de las acciones que realiza dentro del juego.